Se trata de una extensión del significado habitual propio del ámbito de la geología: ‘que se produce por movimientos de la corteza terrestre’.

Es decir, los movimientos tectónicos, producidos por movimientos estructurales de la placa terrestre, provocan cambios profundos, radicales, muy fuertes. Este mismo sentido es el que se ha extendido al lenguaje político en frases como «La agresión directa de EE. UU. contra las autoridades sirias podría provocar “cambios terribles, tectónicos”», así como a otros ámbitos: «Los cambios tectónicos provocados por el mundo digital afectan a todos los sectores», «Tres de los mayores cambios tectónicos de internet de los últimos 15 años» o «En los cambios tectónicos que se están produciendo en las noticias y el entretenimiento, los medios de comunicación tradicionales y los digitales están tomándose de la mano».