La que usted indica es una de las dos formas habituales; la otra, tarde, mal y nunca, aunque menos lógica, es más frecuente.
Aparte de estas dos locuciones, se oyen y leen muchas paráfrasis de ellas que suelen mantener las tres palabras iniciales: tarde, mal y…, a lo que se añade lo que se le ocurra a quien lo dice.