No lo es porque, en español, los indefinidos negativos (nada, nadie, ninguno, etc.) y otras palabras que expresan negación se usan detrás del verbo cuando este lleva delante otra palabra negativa («No vino nadie», «No le interesa a ninguno»), y van delante en los demás casos («Nadie vino», «A ninguno le interesa»). Las dos variantes de esta alternancia negativa significan lo mismo pero no se pueden intercambiar en el discurso. La fórmula «Nadie no vino» se admitía en el español antiguo, pero hoy solo se sigue utilizando en el Paraguay (por calco del guaraní), en el área andina (por influencia del quechua) y en las zonas de España en las que el castellano se halla en contacto con el catalán.
Se puede encontrar más información en el Manual de la nueva gramática de la lengua española (apdo. 48.3) de las Academias de la Lengua.
Últimamente escucho a mucha gente que lee los años en bloques: «veinte treinta» en...
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