La palabra pederastia es la apropiada para referirse al abuso sexual que se comete con niños, y no pedofilia o su variante paidofilia, que alude únicamente a la atracción erótica o sexual que una persona adulta siente por los niños, aunque no abuse de ellos.
La vigesimotercera edición del diccionario académico incluye bajo pederastia la acepción ‘inclinación erótica hacia los niños’, significado que comparte con pedofilia; pero no sucede lo mismo al contrario, es decir, la definición de pedofilia no recoge el abuso de menores.
Así, la atracción erótica hacia los niños puede ser llamada pedofilia o pederastia, pero para referirse a la consumación de esos actos lo apropiado es usar el término pederastia, no pedofilia.
Además, como explica el Diccionario de términos médicos, «en los últimos años se aprecia una tendencia a reservar el término pedofilia para designar la mera atracción sexual o tendencia parafílica, y se prefiere pederastia para la relación sexual como conducta delictiva (tipificada como abuso sexual)».
Por todo ello se recomienda emplear pedofilia para hacer referencia a la atracción erótica hacia los niños y reservar pederastia para los abusos sexuales cometidos contra ellos.