El sustantivo tapado, cuando se emplea con el sentido que recoge el diccionario académico de ‘persona que secretamente tiene la confianza y el apoyo de otra u otras para ser promovida a un cargo u obtener una distinción’, se escribe sin comillas.
Sin embargo, en los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «Nadie quiere asomar la cabeza para evitar que Pepe Griñán acabe cortándosela, pero juegan la baza de un “tapado” de prestigio si hay primarias» o «Aunque la llegada de Riaño, el ‘tapado’ del presidente Daniel Angelici, es un hecho…», ejemplos en los que lo apropiado habría sido escribir este sustantivo sin comillas, pues se emplea en su uso recto.
También es muy frecuente el uso de tapado en noticias de deporte con significados próximos a ‘fichaje deseado cuya negociación se mantiene oculta’ o ‘arma secreta de un entrenador’, ampliaciones léxicas naturales del concepto original, en las que se hace igualmente innecesario, por tanto, el empleo de las comillas.
Así pues, en lugar de «Se develó el “tapado” que tenía Bianchi debajo de la manga: Claudio Riaño» o «Jesé Rodríguez será el ‘tapado’ de Ancelotti para la próxima temporada», lo adecuado habría sido escribir tapado también sin comillas.
