Sin- puede usarse como prefijo en un conjunto restringido de sustantivos, como sinrazón, sinfín, sinsentido, sinvergüenza, tal como indica la Ortografía de la lengua española.
El prefijo sin-, que tiene su origen en la preposición sin, aparece acompañando a determinados sustantivos para indicar ‘carencia o privación’: sinsabor, sinsustancia, sinvivir…
En todos estos casos, cabe diferenciar entre el uso de estas palabras como sustantivos, en cuyo caso la grafía es unitaria («Todos los niños se fueron a casa con una sensación de sinsabor y decepción») y la combinación de preposición más sustantivo, que se escribe en dos palabras: «Sus viejos discursos gastados, sin sabor ni calor, no convencen a las nuevas generaciones de jóvenes».
En algunos casos, en cambio, se admiten hoy las grafías unitarias y separadas con el mismo significado, como en sin igual, sin par, sin techo, sin tierra y sin papeles, que también pueden escribirse sinigual, simpar, sintecho, sintierra y simpapeles.