En las noticias sobre incendios forestales es frecuente el empleo inapropiado de ciertos términos y expresiones. A continuación se hacen algunas precisiones al respecto:
1. Incendiario no es sinónimo de pirómano
Incendiario es quien ‘incendia con premeditación, por afán de lucro o maldad’; no es sinónimo de pirómano, ‘alguien que padece una enfermedad por la que disfruta provocando fuegos y viendo las consecuencias del incendio’.
2. Provocado e intencionado, diferencias
Se aconseja emplear la expresión incendio intencionado para aquellos generados con la voluntad expresa de hacer arder una zona. La expresión incendio provocado es más amplia y se aconseja que vaya acompañada de la causa (provocado por una chispa, provocado por una quema de rastrojos, provocado por un rayo…).
3. Los incendios se propagan, no se propalan
Los incendios se pueden propagar (‘extender, dilatar o aumentar algo’), pero en ningún caso se propalan, pues este verbo significa ‘dar a conocer o difundir algo oculto o poco conocido’.
4. Incendio controlado y estabilizado no son equivalentes
Un incendio controlado es aquel que se ha conseguido aislar y cuyo avance y propagación se ha logrado detener, y un incendio estabilizado es el que evoluciona dentro de unas líneas de control establecidas.
5. Orografía del terreno es redundante
La expresión orografía del terreno es redundante, puesto que la orografía es ‘el conjunto de montes de una comarca, región o país’, y por lo tanto en ella ya está implícita la idea de terreno.
6. Los incendios pueden ser virulentos
La expresión incendio virulento es válida para aludir a los fuegos devastadores o que se propagan con rapidez.
7. Un efectivo es un conjunto, pero también sus integrantes
El sustantivo efectivo alude, según la mayor parte de los diccionarios, al ‘conjunto de integrantes de una unidad de carácter militar o similar’, aunque se ha extendido su uso, y no es censurable, para referirse a un número determinado de los integrantes de ese conjunto: «100 efectivos luchan contra los incendios en la región».
8. Asola y asuela, formas correctas
Asolar, con el significado de ‘arrasar o destruir un lugar’, admite dos conjugaciones, una regular y otra irregular (asola y asuela).
9. Macroincendio, en una sola palabra
De acuerdo con las normas generales de escritura de los prefijos, la voz macroincendio se escribe en una sola palabra, sin espacio ni guion entre el elemento compositivo macro- y el sustantivo incendio.
10. Perimetrar, verbo válido
El verbo perimetrar es un derivado correctamente formado a partir del sustantivo perímetro. Las fuerzas de seguridad y otros cuerpos, como los agentes forestales, lo emplean habitualmente con el sentido de establecer un perímetro, es decir, de delimitar el contorno de algo, por ejemplo de una barrera de seguridad.
11. Riesgo de incendio extremo, ambigüedad innecesaria
La expresión riesgo de incendio extremo es ambigua, ya que lo extremo puede ser tanto el riesgo como el incendio. Cuando lo que se quiera expresar es que el riesgo de incendio es muy elevado se recomienda emplear la alternativa riesgo extremo de incendio, que evita ambigüedades innecesarias y facilita la comprensión del mensaje.
12. Tiempo no es lo mismo que meteorología ni climatología
Las expresiones condiciones atmosféricas, estado del tiempo o, simplemente, tiempo (y no meteorología ni climatología) son las adecuadas para hablar del estado atmosférico en un lugar y un momento dados, de modo que en frases como «La meteorología dificulta la extinción del incendio» habría sido preferible escribir «Las condiciones atmosféricas dificultan la extinción del incendio».
Una primera versión de esta recomendación se publicó el 8 de julio del 2010.
Se pueden escuchar también los dos pódcast de Palabras llanas en los que tratamos este mismo asunto: Algunas claves sobre incendios forestales y Las palabras de los incendios forestales.