Viral y vírico pueden utilizarse indistintamente, en el ámbito de la medicina, ya que se consideran sinónimos.
Es frecuente encontrar en los medios de comunicación ejemplos como «La paciente tiene menos carga viral en la sangre» o «El vehículo continuó trasladando pacientes sin que fuese desinfectado ni sometido a ningún proceso de control vírico o bacteriológico».
El Diccionario de la lengua española remite del adjetivo vírico a viral, término incluido con el significado de algo ‘perteneciente o relativo a los virus’. Además, tanto viral como vírico entraron en el diccionario académico a la vez, en 1992 (anteriormente se habían recogido en dos ediciones manuales académicas). Otra variante es virósico, de uso en países como la Argentina y el Uruguay.
Por su parte, la Real Academia Nacional de Medicina de España, que también incluye vírico con el sentido de viral, especifica en la entrada de esta última voz que, aunque puede suscitar rechazo por considerarse anglicismo, en la práctica su uso está totalmente asentado.
En el caso de aludir al tratamiento que se utiliza para combatir el virus, tanto antiviral como antivírico, ambas escritas sin guion, son las formas adecuadas que recoge el Diccionario de la lengua española.
Por lo tanto, la alternancia de estos términos como sinónimos es válida y su utilización en los ejemplos anteriores es apropiada.
Por otra parte, es preciso recordar que, en el ámbito de las redes sociales e internet, la palabra viral se utiliza como adjetivo y como sustantivo y presenta el significado de ‘mensaje, idea o contenido que se transmite de forma exponencial a través de las redes sociales mediante constantes reenvíos entre los usuarios’.