Los restos y los pecios, pero no las ruinas, son expresiones adecuadas para referirse a las partes que quedan de una nave hundida.
En relación con las noticias del submarino que se ha perdido cuando intentaba visitar los restos hundidos del Titanic, se ven frases como «Desaparecieron a bordo de un submarino que se usaba para visitar las ruinas del Titanic», «El submarino se dirigía a las ruinas del Titanic» o «El objetivo del submarino turístico era llegar a las ruinas del Titanic».
Como indica el Diccionario de la lengua española, resto significa ‘parte que queda de un todo’, mientras que ruinas, usado en plural, alude específicamente a los restos de un edificio: «No podrán evitar la visión de las ruinas del hotel». Por ello, es inadecuado emplear ruinas cuando lo referido no es una edificación, sino otro tipo de construcciones, como ocurre en el caso de los barcos y los submarinos.
Otra opción posible, y quizá más precisa, es pecio, que se usa para los fragmentos hundidos de embarcaciones, como recuerda la Real Academia Española en su cuenta de Twitter («El director empleó los minisubmarinos para filmar los pecios del Titanic»), o para el barco hundido o naufragado («Encontraron un pecio bizantino lleno de tesoros»), según el Pequeño Larousse ilustrado. Así, el singular y el plural son justificables, en función de que se hable o bien del barco sumergido, o bien de los restos de este.
Por todo ello, en los ejemplos del principio habría sido preferible escribir «Desaparecieron a bordo de un submarino que se usaba para visitar los pecios del Titanic», «El submarino se dirigía a los restos del Titanic» y «El objetivo del submarino turístico era llegar al pecio del Titanic».