#puestaapunto. Esta recomendación sustituye a una anterior, publicada el 14 de febrero del 2010, en la que se establecía una diferencia entre programa maligno y programa malicioso que de hecho nunca se observa.
Las expresiones programa maligno y programa malicioso son alternativas en español al anglicismo malware.
En los medios de comunicación, sin embargo, prolifera el uso de la voz inglesa en noticias sobre ataques informáticos: «Así son los malware que pueden secuestrar nuestros datos», «Cómo saber si hemos sido infectados por el mismo malware que ha afectado a Telefónica» o «España, con más de 5 millones de ataques de malware identificados, se sitúa en el puesto 43 a nivel mundial».
De acuerdo con la traducción que el Oxford Dictionary Online da de malware, este término equivaldría en español al ‘programa informático o virus específicamente diseñado para perturbar o dañar un sistema’.
Por tanto, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir, por ejemplo, «Así son los programas malignos que pueden secuestrar nuestros datos», «Cómo saber si hemos sido infectados por el mismo programa malicioso que ha afectado a Telefónica» o «España, con más de 5 millones de ataques de programas malignos identificados, se sitúa en el puesto 43 a nivel mundial».
Un tipo específico de programa maligno es el que en inglés se denomina ransomware (de ransom, ‘rescate’). Se trata de un programa que toma el control del sistema o dispositivo que infecta y pide un rescate para devolver el control a su dueño. Las formas programa de secuestro o secuestrador y programa de chantaje o chantajista son posibles alternativas en español a ese anglicismo. Así, en titulares como «El ‘ransomware’ se ha convertido en la peste negra digital» podría haberse escrito «Los programas de chantaje se han convertido en la peste negra digital».
Ciberchantaje y cibersecuestro (de sistemas o dispositivos) son formas adecuadas para referirse a la acción llevada a cabo mediante el uso de estos programas.
Se recuerda que si se prefiere emplear las formas inglesas, lo adecuado es escribirlas en cursiva o entre comillas, cuando no se dispone de ese tipo de letra, por tratarse de extranjerismos no adaptados.