Los términos islámico e islamista no tienen el mismo significado: islámico es aquello que está relacionado con el islam: cultura islámica, arquitectura islámica…, mientras que islamista hace referencia a quien propugna que la acción política se rija según los principios del islam.
Así, en frases como «Es un buen ejemplo de la arquitectura islamista», lo adecuado habría sido escribir islámica, si lo que se pretendía era aludir al estilo propio de esa cultura.
El sustantivo islam alude al ‘conjunto de creencias y preceptos morales que constituyen la religión difundida por Mahoma’ y al colectivo de los hombres y los pueblos que siguen esa religión.
Su derivado islamismo aparece en muchos diccionarios como un mero sinónimo de islam, pero ha añadido en las últimas décadas una acepción nueva en la que se unen elementos religiosos y políticos. El Pequeño Larousse ilustrado, por ejemplo, define islamismo como un ‘movimiento político religioso que aspira a hacer del islam una verdadera ideología política’. De hecho esa denominación alterna con la de islam político.
En esa misma línea, aunque con mayor detalle, lo define el Diccionario de islam e islamismo de Luz Gómez García: ‘conjunto de proyectos ideológicos de carácter político cuyo paradigma de legitimación es islámico. El término sirve para caracterizar una panoplia de discursos y tipos de activismo que tienen en común la reivindicación de la charía como eje jurídico del sistema estatal y la independencia del discurso religioso de sus detentadores tradicionales (ulemas, alfaquíes, imames). El islamismo, los islamismos, recorren el arco que va de las propuestas políticamente pluralistas y tecnológicamente inclusivas a los modelos autocráticos y excluyentes’.
A partir de los sustantivos islam e islamismo se crean los adjetivos islámico e islamista, con significados diferentes.
Islámico es, de forma genérica, ‘perteneciente o relativo al islam’. El Diccionario de islam e islamismo señala que se aplica a cosas o conceptos (cultura islámica…), pero no a personas, que «son musulmanes en cuanto creyentes, o islamistas como militantes políticos».
Finalmente islamista, aunque aparece en la mayor parte de los diccionarios asociado al integrismo musulmán, es de forma más general el partidario del islamismo en cualquiera de sus diversas corrientes. En ese sentido cabe hablar de islamistas moderados e islamistas radicales.
Se recuerda además que el términos islam no es un nombre propio y, por lo tanto, lo apropiado es escribirlo con minúscula inicial, al igual que los nombres del resto de las religiones (cristianismo, judaísmo, etc.).
Por otro lado, la forma adecuada de escribir antiislam, y sus derivados, es sin guion y conservando la i de los dos componentes que forman la palabra: antiislam, no anti-islam ni antislam.
Ver también
➤ árabe, musulmán, islámico, islamista, yihadista… diferencias