En las noticias sobre huracanes, ciclones y tifones se observan una serie de vacilaciones en el tratamiento de algunos términos y expresiones que conviene aclarar.
1. Huracán y ciclón pueden usarse como sinónimos, y no tifón
Los términos huracán y ciclón pueden utilizarse como sinónimos, mientras que tifón designa únicamente a un huracán desatado en el mar de la China.
2. Sus nombres, en redonda
Los nombres con los que se conoce a este tipo de fenómenos no es necesario marcarlos con cursiva, comillas ni ningún otro resalte, de acuerdo con la Ortografía de la lengua española.
3. El Yolanda, mejor que Yolanda
Se recomienda mantener el artículo cuando de forma oral o escrita se mencionen los huracanes, tifones o ciclones directamente por su nombre propio (el Yolanda, mejor que Yolanda, el Gustav, mejor que Gustav); de este modo se evita dar la impresión de estar hablando de una persona.
4. El huracán Tomás, con tilde
Los huracanes reciben nombres de personas tomados de varias lenguas que no conviene traducir. Aunque por razones prácticas la Organización Meteorológica Mundial suprime los acentos que puedan tener, si se trata de nombres en español, lo recomendable es reponer la tilde que le corresponda por su pronunciación (el huracán Tomás y no el huracán Tomas, el Cristóbal y no el Cristobal).
5. Mejor en masculino
En cuanto al género, tanto las tormentas tropicales como los huracanes y tifones son ciclones, por lo que, cuando se mencione un huracán que luego se convierte en tormenta, lo aconsejable es unificar el género empleando el artículo masculino —el (huracán) Katrina—, recurso que permite mantener la coherencia en la denominación del fenómeno atmosférico en sus distintas etapas.
6. Supertifón, junto y sin tilde en super-
Si se emplea el prefijo super- para expresar la gran magnitud de uno de estos fenómenos, lo adecuado es escribirlo sin tilde y unido a la palabra que acompaña (supertifón, no súper tifón ni súper-tifón), tal y como señala la Ortografía.
7. Asola y asuela, formas correctas
Asolar, con el significado de ‘arrasar o destruir un lugar’, admite dos conjugaciones, una regular y otra irregular (asola y asuela).