El galicismo gourmet, en cursiva, y la adaptación gurmé, en redonda, son formas válidas para referirse a la persona que aprecia la buena comida y disfruta con ella, así como a un producto o establecimiento destinado a ese tipo de clientela.
En las noticias sobre gastronomía se leen frases como «El objetivo es que estas empresas puedan vender sus productos gourmet en países como Alemania» o «Las nuevas tiendas están especializadas en productos de alimentación para gourmets».
La vigesimotercera edición del diccionario académico, editada en 2014, recoge la forma francesa gourmet, escrita en cursiva como extranjerismo no adaptado.
El Diccionario panhispánico de dudas, editado en 2005 por la Asociación de Academias de la Lengua, propone la escritura hispanizada gurmé, sin comillas ni cursiva, lo que además facilita la formación del plural gurmés, y explica que es común en cuanto al género: el/la gurmé.
Por tanto, en los ejemplos anteriores podría haberse escrito «El objetivo es que estas empresas puedan vender sus productos gourmets/gurmés en países como Alemania» o «Las nuevas tiendas están especializadas en productos de alimentación para gourmets/gurmés».
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