Tanto élite como elite, tal como recogen el diccionario académico y el Diccionario panhispánico de dudas, son grafías válidas.
Esta palabra de origen francés (escrita élite y pronunciada /elít/) se adaptó al español como llana, elite, pero el hecho de que se siguiera utilizando la grafía francesa hizo que la mayoría de los hispanohablantes la pronunciara de acuerdo con las normas del español, es decir, tal como estaba escrito, como un término esdrújulo: /élite/.
Así pues, estas frases encontradas en los medios de comunicación son apropiadas: «Maite Molina, de Durango a la élite de la música», «Patinadores de elite de once países acuden a un curso en Valdemoro».