Día Meteorológico Mundial: claves para una buena redacción

Foto: ©Archivo Efe/Jeffrey Arguedas

El 23 de marzo se celebra el Día Meteorológico Mundial, con el lema «Alerta temprana y acción temprana». A continuación se hacen algunas recomendaciones sobre cuestiones relacionadas que pueden plantear dudas.

1. Organización Meteorológica Mundial (OMM)

El nombre en español de la institución organizadora es, tal como aparece en sus propios documentos, Organización Meteorológica Mundial, no Organización Mundial de Meteorología, y su sigla es OMM.

2. Día Meteorológico Mundial, con mayúsculas iniciales

El nombre del día se escribe con mayúsculas iniciales en todas sus palabras: Día Meteorológico Mundial.

3. Meteorología, no metereología

La meteorología es la ‘ciencia que trata de los meteoros, es decir, los fenómenos atmosféricos’, por lo que no es correcta la forma metereología.

4. Tiempo y climatología no son sinónimos

Al estado atmosférico se le llama tiempo, mientras que climatología es la ‘ciencia que estudia y clasifica los climas, es decir, los tipos de tiempo habituales en diferentes lugares’; por ello, lo apropiado es «La estación de esquí permanece cerrada por el mal tiempo» y no «La estación de esquí permanece cerrada por la climatología adversa».

5. Hidrológico, hídrico e hidraúlico

Hidrológico alude a las propiedades del agua y su distribución natural en la Tierra («ciclo hidrológico»); hídricoa lo relacionado con el agua («recursos hídricos»), e hidráulicoal estudio del equilibrio y el movimiento del agua, así como a la ingeniería de su almacenamiento y conducción («bomba hidráulica»).

6. Usos de precipitar

La lluvia y la nieve no precipitan ni se precipitan, sino que caen; además, precipitar, al contrario que llover o nevar, no es un verbo impersonal, por lo que lo apropiado es decir «hoy habrá precipitaciones (o lloverá, nevará…) en todo el país» y no «hoy precipitará en todo el país».

7. Lluvias de fuertes a muy fuertes

Cuando se expresa un intervalo de intensidades de lluvia con la correlación de… a…, lo apropiado es mantener ambas preposiciones: «Se recomienda a la población tomar precauciones ante lluvias de fuertes a muy fuertes», en lugar de «… ante lluvias fuertes a muy fuertes».

8. Registrar, mejor que recoger, para la lluvia

Ninguna de las acepciones de recoger del diccionario académico —que suelen conllevar, sobre todo, las ideas de almacenamiento, guardado, recolección y protección— es aplicable a la indicación de cantidad de agua que ha caído, pues normalmente esta corre o se filtra en el suelo.

Es probable que, al emplear este verbo, se esté pensando en los pluviómetros, es decir, en los aparatos que recogen una pequeña parte de la lluvia para su medición. Sin embargo, aunque este traslado de sentido sea admisible, su aplicación para informar de la lluvia caída no deja de ser una imprecisión, por lo que se recomienda no abusar del verbo recoger en lugar de otros como registrar.

9. Litros por metro cuadrado, no por metros cuadrados

La unidad adecuada para medir la cantidad de lluvia caída en un punto concreto es litros por metro cuadrado, con la segunda parte en singular, no litros por metros cuadrados.

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