El sustantivo denunciante es una alternativa al anglicismo whistleblower.
En los medios de comunicación pueden verse frases como «España se encuentra entre los 7 países de la Unión Europea que peor protegen a los “whistleblowers”», «Christopher Wylie, exempleado de la empresa transformado en whistleblower, espetó que Cambridge Analytica es una mercenaria» o «Un whistleblower dio a conocer que la empresa había obtenido de manera ilegal datos personales de 50 millones de usuarios».
En el contexto de las prácticas de anticorrupción, el término inglés whistleblower se emplea para aludir a quienes, por su relación con una empresa —empleados, exempleados, consultores…—, tienen conocimiento de infracciones y deciden denunciarlas, bien a través de cauces internos, bien a la autoridades o incluso ante los medios de comunicación.
Esta figura tiene un significado más específico que filtrador, ya que, mientras que este puede haber filtrado cualquier información, como la fecha de lanzamiento de un producto, el término whistleblower se aplica exclusivamente a quien denuncia irregularidades o prácticas ilegales.
Dado que otras alternativas como delator o chivato tienen un matiz peyorativo, resulta preferible traducir whistleblower como denunciante, que es de hecho el término empleado por el Parlamento Europeo.
Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «España se encuentra entre los 7 países de la Unión Europea que peor protegen a los denunciantes», «Christopher Wylie, exempleado de la empresa transformado en denunciante, espetó que Cambridge Analytica es una mercenaria» y «Un denunciante dio a conocer que la empresa había obtenido de manera ilegal datos personales de 50 millones de usuarios».
En este sentido, se recomienda traducir whistleblowing como denuncia y, si es necesario especificar, denuncia de irregularidades o denuncia de prácticas corruptas.