El adjetivo alérgico se aplica a quien padece alergia, mientras que algo alergénico la produce y alérgeno es el sustantivo con el que nos referimos a la sustancia que la provoca.
Sin embargo, en los medios de comunicación pueden encontrarse frases como las siguientes: «Los alergólogos aconsejan realizar revisiones anuales para diagnosticar posibles variaciones en las sustancias alérgicas» o «Analiza el polen durante el proceso de germinación de las especies alérgicas».
El diccionario académico indica que alérgico se aplica a alguien ‘que padece alergia’ o a lo ‘relativo a la alergia’ y el Diccionario de términos médicos, de la Real Academia Nacional de Medicina, añade que también es ‘lo causado por la alergia o de origen alérgico’ («reacción alérgica»).
En cambio, aquello ‘que produce alergia’ es alergénico, por lo que no es apropiado utilizar el adjetivo alérgico para referirse a lo que causa alergia, y en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «sustancias alergénicas» y «especies alergénicas».
Cabe mencionar así mismo que la ‘sustancia que produce una reacción alérgica’ es un alérgeno o alergeno («El polen es un alérgeno»), sustantivo que tiene además un uso adjetivo con un sentido equivalente al de alergénico, según se recoge en el propio Diccionario de términos médicos y en otros de uso como el Vox o el de Seco, Andrés y Ramos.
Por otra parte, en cuanto a la pareja hipoalérgico/hipoalergénico (‘que produce una reacción alérgica muy reducida o nula’), se recuerda que el Diccionario académico, en la 23.ª, edición los considera sinónimos y prefiere hipoalergénico, y que el Diccionario de términos médicos desaconseja el uso de hipoalérgico y recomienda hipoalergénico, que es el término propiamente formado con el componente gen- (gr. ‘que genera’).