El sustantivo burbuja, empleado en expresiones como vuelos burbuja o viajes burbuja, es válido para referirse a los vuelos que no están sometidos a las mismas restricciones que los demás.
En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «Paraguay cerró sus fronteras en marzo y durante meses solo permitió vuelos de repatriación y de carga, hasta mediados de septiembre, cuando comenzó a operar “vuelos burbuja” entre Asunción y Montevideo», «Hong Kong y Singapur firman el primer acuerdo de “viajes burbuja” del mundo» o «Australia abre viajes burbuja con Nueva Zelanda y no exigirá pasar cuarentena».
Con estas denominaciones se alude al establecimiento de un sistema por el cual los viajeros pueden moverse en avión entre dos ciudades sin necesidad de guardar una cuarentena, siempre y cuando den negativo en un test de coronavirus. El sustantivo burbuja figura recogido en el diccionario académico con el sentido, entre otros, de ‘habitáculo hermético y aislado del exterior’. La misma obra señala que se emplea frecuentemente en sentido figurado, como en «Los poderosos viven en una burbuja de impunidad».
Del mismo modo que en el ejemplo del diccionario la burbuja de impunidad indica que hay cuestiones que a los poderosos no les atañen, en expresiones como vuelos o viajes burbuja, el uso de este sustantivo es válido para indicar que el vuelo puede operar sin que sus pasajeros se vean afectados por las restricciones generales. Por ello, su empleo en ejemplos como los anteriores no resulta censurable.
Respecto al plural, lo más adecuado es mantener invariable el segundo elemento: vuelos burbuja y viajes burbuja, como corresponde a los sustantivos en aposición.
Se recuerda, además, que estas expresiones no precisan, en principio, de ningún tipo de resalte, comillas ni cursiva.