El nombre de vehículo autónomo es adecuado para aludir a un automóvil que tiene la capacidad de conducirse o manejarse solo sin la intervención de una persona.
En los medios de comunicación se están empezando a extender diversas formas de llamar a estos vehículos: «Google recientemente anunció una prueba de carros que son auto manejados», «El estado de California ha ordenado a la empresa Uber que no despliegue en las calles sus coches sin conductor» o «Mostró al mundo un pequeño y desenfadado prototipo de vehículo autónomo».
Tal como explica el Diccionario del estudiante, de las Academias de la Lengua, autónomo es ‘que tiene autonomía’, y esta última palabra a su vez se define como ‘capacidad de actuar libremente, sin depender de nada o de nadie’, sentido que encaja con la idea de que el propio vehículo decide qué ha de hacer al circular.
También podrían emplearse autoconducido y automanejado, según el país, que están bien formadas con el prefijo auto-, cuyo significado, según el diccionario académico, es ‘por uno mismo’. Como ocurre con otras voces prefijadas, se escriben sin espacio ni guion.
Finalmente, otra posibilidad es sin conductor, que no sería lingüísticamente inapropiada, pero que presenta la desventaja de que ya se emplea en ocasiones con relación a vehículos que no tienen chofer y que tiene que conducir uno mismo (especialmente en el contexto del alquiler de vehículos de mercancías).
De ese modo, los ejemplos anteriores pueden considerarse adecuados, aunque habría sido más aconsejable emplear autónomo; no obstante, de conservarse en el primer caso el término automanejado debería escribirse junto.