El singular de la voz que alude a un edificio de gran altura con muchos pisos es un rascacielos, con ese, y no un rascacielo.
Es habitual encontrar frases en los medios como «El futbolista va a vivir en su piso de lujo en un rascacielo con ascensor de autos», «Messi en Miami va a vivir en su piso de lujo en un rascacielo con ascensor de autos» o «Una mujer corta el cable de seguridad de dos pintores en un rascacielo de Tailandia».
Rascacielos, con ese, no rascacielo, es la forma recogida en el Diccionario de la lengua española. Este término, compuesto por el verbo rascar y el sustantivo cielos, tiene una única forma para el singular y para el plural, por lo que el número se marca con los determinantes o adjetivos que lo acompañan, como ocurre con sacacorchos.
Según esto, lo adecuado habría sido escribir «El futbolista va a vivir en su piso de lujo en un rascacielos con ascensor de autos», «Messi en Miami va a vivir en su piso de lujo en un rascacielos con ascensor de autos» y «Una mujer corta el cable de seguridad de dos pintores en un rascacielos de Tailandia».