El adjetivo tortuoso no significa ‘con tortura’ ni ‘torturante’.
Tortuoso es ‘que tiene vueltas y rodeos’ y también ‘solapado’. Así, se puede llamar camino tortuoso a un retorcido sendero de montaña, o argumentación tortuosa a aquella en la que quien habla oculta maliciosa y cautelosamente su pensamiento. En cambio, tortura significa ‘intenso dolor físico o psicológico infligido a alguien como castigo o para obtener una confesión’ y ‘lo que causa gran sufrimiento o malestar’.
La confusión entre estos términos se da en frases como «La CIA destruye cintas de interrogatorios tortuosos», «Los ecologistas tienen en el punto de mira algunas fiestas populares especialmente tortuosas para los animales», donde se debió escribir «… interrogatorios en que se empleó la tortura» y «… fiestas populares en las que se tortura a los animales».