El nombre del huracán que afecta al Caribe no es Thomas, sino Tomás, en español, y ha de pronunciarse como corresponde en nuestra lengua.
Algunos huracanes reciben nombres de personas tomados de varias lenguas, en especial el inglés, el francés y el español, y aunque por razones prácticas la Organización Mundial de Meteorología suprime los acentos que puedan tener, siguen siendo nombres propios de cada lengua que no se deben traducir.
Dado que el que se ha adjudicado al que afecta estos días al Caribe es un nombre español, lo recomendable es reponer la tilde que le corresponde por su pronunciación, de modo que el ejemplo anterior debería haberse escrito «El huracán Tomás amenaza las islas de Santa Lucía y San Vicente».
Sin embargo, en los medios de comunicación no es raro oír la pronunciación Tomas a la inglesa, con la primera o tónica, e incluso escrito erróneamente Thomas, como en «El huracán Thomas amenaza las islas de Santa Lucía y San Vicente».
Lo mismo se aplica a otros nombres españoles que están reservados para próximos huracanes, como Jose o Cristobal, que han de escribirse José y Cristóbal.
Finalmente, se recuerda que, de acuerdo con la Ortografía de la lengua española, no es necesario marcar con cursiva, comillas ni ningún otro resalte los nombres de los huracanes, tifones y ciclones.