Para expresar que alguien no tiene permiso para hacer una cosa, el giro apropiado es tener prohibido algo y no estar prohibido de algo.
En los medios de comunicación se pueden encontrar en ocasiones frases como las siguientes: «El equipo está prohibido de hacer fichajes hasta 2016» o «Los parlamentarios están prohibidos de dedicarse a otras funciones».
El verbo prohibir es, según el Diccionario del estudiante de las Academias de la Lengua, ‘ordenar que no se use o no se haga (algo)’, por lo que la construcción apropiada es prohibir algo a alguien o, como alternativa, a alguien le está prohibido algo. La construcción alguien está prohibido de algo, en la que es sujeto la persona a la que afecta la prohibición, podría ser un calco del francés être interdit de o del inglés to be banned from.
Por ello, lo apropiado en los ejemplos anteriores habría sido «El equipo tiene prohibido hacer fichajes hasta 2016» y «Los 130 parlamentarios tienen prohibido dedicarse a otras funciones».
Dado que lo que se prohíbe va sin preposición, es un caso de dequeísmo el siguiente ejemplo: «Las autoridades chinas han prohibido de que se cante»; aquí debería haber sido «… han prohibido que se cante».