El adjetivo susceptible, además de ‘persona que se ofende con facilidad’ y ‘quisquilloso’, significa ‘que puede recibir o experimentar una determinada acción’, esto es, se trata de una capacidad pasiva: la de recibir la acción, no la de producirla.
Por lo tanto, son inadecuadas construcciones como «El ministro deploró que ese semanario haya entrado en un juego peligroso, susceptible de sembrar la confusión en la opinión pública» o «El cloro es susceptible de provocar clorosis».
En estos casos, lo apropiado habría sido sustituir susceptible de por capaz de o (que) puede («El ministro deploró que ese semanario haya entrado en un juego peligroso, que puede sembrar la confusión en la opinión pública» o «El cloro puede provocar clorosis»), dado que no se refiere a padecer la acción, sino a llevarla a cabo.
Por otra parte, el adjetivo español susceptible, a diferencia del susceptible inglés (de cuyo calco acrítico proviene el siguiente error), no equivale a vulnerable, sensible, expuesto o predispuesto, como se supone en fragmentos como «Pueden presentarse reacciones en personas susceptibles», «Huasteca: la zona más susceptible a los huracanes» o «… se producirá la supresión total de los virus susceptibles a los medicamentos que haya en el organismo».
Los ejemplos citados habrían ganado en corrección si se hubiese escrito «Pueden presentarse reacciones en personas predispuestas», «Huasteca: la zona más expuesta a los huracanes» y «… se producirá la supresión total de los virus sensibles a los medicamentos que haya en el organismo».