La voz supermanzana no necesita, pese a ser un concepto urbanístico novedoso, ni mayúsculas ni cursiva ni comillas.
En los medios es frecuente leer frases como «Barcelona estrena “supermanzanas” pacificadas y libres de coches», «’Supermanzanas’, una alternativa para Barcelona» o «Dentro de la Supermanzana no circularán ómnibus».
Con el término supermanzana se alude a un espacio urbano mayor que una manzana habitual, pero menor que un barrio, que se hace peatonal y en el que se desarrollan diversas actividades lúdicas, educativas, etc. Una forma que pretende recuperar el espacio y hacerlo más saludable.
Aunque este tipo de proyecto urbanístico, que está creciendo muy rápido en América Latina y el Caribe, y que está en prueba en algunas ciudades españolas, sea relativamente novedoso, no lo es el procedimiento con el que se forma la voz que lo denomina: la segunda acepción de manzana en el diccionario académico es ‘espacio urbano, edificado o destinado a la edificación, generalmente cuadrangular, delimitado con calles por todos sus lados’, y la adición del prefijo super- aquí es también regular morfológica y semánticamente.
Por este motivo, y por tratarse de una denominación común, no hay necesidad de escribir esta palabra con resalte ni mayúscula inicial. Por tanto, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «Barcelona estrena supermanzanas pacificadas y libres de coches», «Supermanzanas, una alternativa para Barcelona» o «Dentro de la supermanzana no circularán ómnibus».