Las formas recomendadas de los verbos que, referidos a líquidos, indican inmersión y emersión son sumergir y emerger, respectivamente, mejor que sumerger y emergir.
Sin embargo, en los medios de comunicación es posible encontrar frases como las siguientes: «Vas a mezclar un poco de jugo de limón con aceite de oliva, lo suficiente como para que puedas sumerger tus uñas», «El suelo que los contiene tendría que volver a emergir de los mares» o «Despeja una sección de hielo y crea un área segura para emergir antes de que comiencen las zambullidas».
El Diccionario de la lengua española registra sumergir(se) como ‘meter(se) algo debajo del agua o de otro líquido’ y emerger como ‘brotar, salir a la superficie del agua u otro líquido’. Aunque la Nueva gramática de la lengua española recoge alternancias en varios verbos de la segunda (-er) y la tercera (-ir) conjugación, entre las que se incluyen sumerger (de uso muy esporádico) y emergir, no considera recomendables estas dos.
Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «Vas a mezclar un poco de jugo de limón con aceite de oliva, lo suficiente como para que puedas sumergir tus uñas», «El suelo que los contiene tendría que volver a emerger de los mares» y «Despeja una sección de hielo y crea un área segura para emerger antes de que comiencen las zambullidas».