La denominación síndrome de Asperger se escribe con síndrome en minúscula.
Es frecuente encontrar en muchos medios de comunicación noticias con frases como las siguientes: «El día a día de quienes conviven con una persona con Síndrome de Asperger exige en ocasiones un replanteamiento vital», «La persona con Síndrome de Asperger funciona de manera diferente» o «Es importante que las escuelas conozcan las características del Síndrome de Asperger».
Tal y como se indica en la Ortografía de la lengua española, los nombres comunes que forman parte de este tipo de denominaciones (síndrome, mal, enfermedad…) se escriben con minúscula, a diferencia de los propios o apellidos de los descubridores o investigadores, que deben ir con mayúscula inicial y respetando su grafía original: síndrome de Asperger, mal de Parkinson, enfermedad de Alzheimer…
Por otro lado, la misma obra académica aclara que, solo cuando el nombre propio pasa a designar por sí solo al síndrome, se convierte en uno común y debe escribirse con minúscula inicial y someterse a las reglas ortográficas del español: «Este día pretende reivindicar los derechos de las personas con asperger» y «La discriminación por tener asperger en siglo XXI».
Así pues, lo adecuado habría sido escribir «El día a día de quienes conviven con una persona con síndrome de Asperger exige en ocasiones un replanteamiento vital», «La persona con síndrome de Asperger funciona de manera diferente» y «Es importante que las escuelas conozcan las características del síndrome de Asperger».
Respecto a su pronunciación, el Diccionario de términos médicos, de la Real Academia Nacional de Medicina de España, indica que la forma más parecida a la original es /ásperguer/ o /áspergar/; sin embargo, en el ámbito hispanohablante conviven distintas pronunciaciones.
Esta recomendación es adaptación de la publicada originalmente por Fundéu Argentina para los medios y profesionales de ese país: síndrome de Asperger, escritura correcta