El término sexsomnia, con -xs- y acabado en -a, es el preferido para hacer referencia al trastorno del sueño que consiste en tener actividad sexual mientras se está dormido.
En los medios de comunicación se encuentran, sin embargo, ejemplos en los que se utilizan otras grafías: «Sexomnia: sexo de sonámbulos», «El llamado sexsomnio es más común de lo que se cree» o «El sexomnio en la mira de los científicos».
La forma sexsomnia, del inglés sex ‘sexo’, y el latín somnum ‘sueño’, es la que se recoge ya en la versión española del DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría) para referirse a una forma de parasomnia —alteración del comportamiento durante el sueño— caracterizada por la aparición de conductas sexuales durante la fase del sueño profundo.
Aunque la tendencia en español ha sido simplificar el grupo -xs- (exspiratio>expiración), se aconseja mantenerlo aquí, ya que no presenta problemas de pronunciación —es el mismo que en palabras con el prefijo ex- (exsecretario, exsocio) o, en zonas seseantes, en voces como excelente o exceso— y para no perder su etimología latina y provocar confusión con omnia (‘todo’).
En cuanto a la terminación -a, esta es la forma etimológica y la recomendable. La terminación -o es influencia de insomnio, voz que presenta una irregularidad etimológica, pues la forma latina para la ausencia de sueño era insomnia, que es como se ha mantenido en inglés, y no insomnium.
Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «Sexsomnia: sexo de sonámbulos», «La llamada sexsomnia es más común de lo que se cree» y «La sexsomnia en la mira de los científicos».
Por otro lado, se recuerda que este trastorno se conoce también como sonambulismo sexual y que no debe confundirse con somnofilia, voz con la que se alude a la parafilia de quien se excita practicando sexo con una persona dormida.