El término sentencia, que alude a la ‘decisión de cualquier controversia o disputa extrajudicial’, introduce su complemento con la preposición de (sentencia de muerte), mejor que con a (sentencia a muerte).
En los medios de comunicación es frecuente encontrar noticias como «La sentencia a muerte suele dictarse en Marruecos en sucesos que crean gran alarma social», «Otra sentencia a muerte está programada para el viernes» o «Wang Yun recibió la sentencia a muerte tras envenenar a veinticinco niños».
El tipo de sentencia que se fija se introduce preferiblemente con la preposición de, no con a, como sucede en sentencia de conformidad, sentencia de contraste o sentencia de pago, entre otras construcciones. El uso de a puede deberse a un cruce con el verbo sentenciar, que sí se construye con un complemento precedido por esta preposición (sentenciar a muerte).
Por eso, en los ejemplos iniciales, lo adecuado habría sido emplear la preposición de: «La sentencia de muerte suele dictarse en Marruecos en sucesos que crean gran alarma social», «Otra sentencia de muerte está programada para el viernes» y «Wang Yun recibió la sentencia de muerte tras envenenar a veinticinco niños».