Firmar a un jugador equivale a ‘ponerle una firma’, no a ficharlo, que es la forma adecuada de expresar que se le contrata.
El diccionario académico define firmar como ‘dicho de una persona: Poner su firma’, y fichar como ‘contratar a un deportista para que forme parte de un equipo o club, y, por extensión, a una persona para que desarrolle otra profesión o actividad’, de modo que firmar a un jugador equivale a decir que quien lo contrata estampa su firma en él.
Se firma una carta, un autógrafo o un libro, pero no se firma a un defensa o a un directivo; a estos últimos se les ficha o contrata, aunque, si se quiere usar el verbo firmar para aludir al acuerdo contractual entre el profesional y el club o la empresa, se puede expresar diciendo que un jugador firma por un club o un ejecutivo por una multinacional.
Es, sin embargo, bastante habitual en el periodismo deportivo, especialmente en el audiovisual, oír frases como «Thiago Silva cree que tal vez sea más fácil firmar a Messi que a Neymar», «El Real Madrid contactó con José Mourinho antes de firmar a Zinedine Zidane» o «El Barça no podrá firmar a Nolito por menos dinero si el Celta se niega a negociar».
En todos estos casos, lo adecuado habría sido usar verbos como fichar o contratar.
Ver también
➤ De firmas y fichajes (Crónica)