No es conveniente el empleo de revulsivo como sinónimo de estímulo o incentivo.
Como sustantivo, según el diccionario académico, revulsivo es ‘aquello que provoca una reacción brusca, generalmente con efectos beneficiosos’, y se recomienda evitar su empleo metafórico en lugar de estímulo o incentivo.
Por lo tanto, en ejemplos de los medios de comunicación como «Alicante encuentra en el tapeo un revulsivo para el sector hotelero» o «El presidente otorgó a los empleados un revulsivo para mejorar la productividad», habría sido recomendable haber escrito «Alicante encuentra en el tapeo un estímulo para el sector hotelero» y «El presidente otorgó a los empleados un incentivo para mejorar la productividad».