Rabina es el femenino del sustantivo rabino.
En las noticias sobre la ordenación de la primera rabina desde hace 75 años en Alemania, numerosos medios han empleado para referirse a ella la expresión mujer rabino: «Alemania ordena a la primera mujer rabino desde la Segunda Guerra Mundial»; «Primera mujer rabino desde la Shoah en Alemania».
Cuando la presencia de las mujeres en determinado oficio o cargo es muy limitada o nula, parece haber cierta resistencia a utilizar el femenino para denominar la función que ejercen. Así, cuando existían pocas arquitectas o catedráticas, solía decirse mujer arquitecto o mujer catedrático, pero esa forma de expresarse ha ido desapareciendo con el acceso de las mujeres a todos los ámbitos profesionales.
Por ello, se recomienda emplear la forma femenina rabina en lugar de mujer rabino: «Alemania ordena a la primera rabina desde la Segunda Guerra Mundial»; «Primera rabina desde la Shoah en Alemania».