La expresión puño cerrado es redundante, pues puño ya significa ‘mano cerrada’, tal como señala el diccionario académico.
En las noticias aparece ocasionalmente este giro, como en «Golpeó a su víctima en la cabeza con el puño cerrado» o «No se conoce a otro Nadal que no sea el del puño cerrado».
Según la definición del diccionario académico, puño es ‘mano cerrada’, por lo que no siempre es necesario precisar que este se halla cerrado. No obstante, puño cerrado se puede considerar una redundancia admisible con función de énfasis, como sucede en la expresión (ser alguien) del puño cerrado, esto es, ‘tacaño’, conforme a la definición recogida en el Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos.
Así, en los ejemplos anteriores podría haberse dicho igualmente «Golpeó a su víctima en la cabeza con el puño» o «No se conoce a otro Nadal que no sea el del puño».
En ocasiones se usa puño cerrado para el gesto simbólico de ciertos movimientos políticos, como en «El etarra salió levantando el brazo con el puño cerrado»; sin embargo, este ademán se describe mejor como puño en alto, de modo que en este ejemplo habría bastado con decir «El etarra salió con el puño en alto».