No debe abusarse del verbo provocar en detrimento de otros como causar, ocasionar, producir, originar, acarrear, motivar…
El verbo provocar es tan frecuente que ha desplazado casi por completo a otras formas de significado similar. Así, en ejemplos como «… la gravedad de los hechos provocará la expulsión del equipo… », «El segundo día más lluvioso del año provoca inundaciones y cortes…» o «La crisis provoca un menor gasto industrial», se podría haber optado por otras soluciones como: «… la gravedad de los hechos motivará la expulsión del equipo…», «El segundo día más lluvioso del año causa inundaciones y cortes…» o «La crisis ocasiona un menor gasto industrial».
Aunque debido al uso ya se consideran sinónimos, en un registro culto provocar y causar poseen matices diferentes: provocar, en su acepción más cercana a causar o producir, significa ‘hacer que una cosa produzca otra como reacción o respuesta a ella’. Así, la frase «Dani provoca la sonrisa de Marta» sería correcta; no sucede lo mismo con esta otra frase: «Tenía heridas provocadas por los vidrios destrozados», donde lo adecuado hubiera sido utilizar el verbo «causar» (los vidrios no reaccionan causando heridas; son solo su causa).
Además, en Colombia y en otros países americanos se emplea provocar como sinónimo de apetecer: «Me provoca dar un paseo», «¿Le provoca un café?».