El verbo prever se encuentra a menudo en los medios de comunicación con la fórmula prever con antelación/anticipación, como en los siguientes ejemplos: «… por primera vez en la historia de la humanidad se puede prever con antelación una posible pandemia…» o «… es necesario prever con anticipación las necesidades hídricas del cultivo…».
Esta forma es redudante, puesto que la definición de este verbo, según el DRAE, es ‘ver con antelación’, ‘disponer o preparar medios contra futuras contingencias’, es innecesario, por lo tanto, añadir que dicha acción se ha hecho con antelación.
Por otra parte, cuando se quiere especificar la magnitud de la antelación con la que algo se ha previsto, sí es adecuado usar esta fórmula, acompañada de un adjetivo que determine la duración de ese período: prever con mucha/poca antelación o prever con la suficiente anticipación, por ejemplo.
Lo más adecuado habría sido escribir: «… por primera vez en la historia de la humanidad se puede prever una posible pandemia…» o «… es necesario prever con bastante anticipación las necesidades hídricas del cultivo».