El sustantivo preeminencia y el adjetivo preeminente se escriben con doble e, por lo que no es adecuado escribir preminencia ni preminente.
Sin embargo, en los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «Los partidos han presentado una proposición de ley para recuperar la preminencia del Congreso sobre el Senado», «El rabino señaló que la vida de la madre tiene preminencia sobre la vida del feto» o «El euro debería ocupar un lugar más preminente como divisa internacional».
Tal como señala el Diccionario panhispánico de dudas, la voz preeminencia, que significa ‘superioridad o importancia’ o ‘privilegio o ventaja de que goza alguien en razón de algún mérito o circunstancia’, se escribe con doble e, de modo que su grafía con una sola e es desaconsejable.
Lo mismo ocurre con el adjetivo correspondiente, cuya forma apropiada es preeminente, no preminente.
Así pues, en los ejemplos iniciales lo recomendable habría sido escribir «Los partidos han presentado una proposición de ley para recuperar la preeminencia del Congreso sobre el Senado», «El rabino señaló que la vida de la madre tiene preeminencia sobre la vida del feto» y «El euro debería ocupar un lugar más preeminente como divisa internacional».