Para indicar que algo tiene lugar después de un momento concreto, lo adecuado en español es emplear el adjetivo posterior o el adverbio posteriormente, y no la expresión a posterior.
Es posible encontrar en los medios ejemplos como los siguientes: «A posterior, emprendió el viaje de vuelta a la Argentina en compañía de la secretaria general», «Los delincuentes llevaban consigo una mochila propiedad de la víctima, la cual, a posterior, le fue restituida» o «Los cambios tienen efecto desde el primero de enero, aun cuando su oficialización se produzca a posterior».
El Diccionario de la lengua española recoge el adjetivo posterior con el sentido de ‘que ocurre después de un momento dado’ y señala que posteriormente es ‘después, en un momento posterior’. La construcción a posterior no es propia del español general y se recomienda evitarla.
Así, en los enunciados anteriores, lo más apropiado habría sido escribir «Posteriormente, emprendió el viaje de vuelta a la Argentina en compañía de la secretaria general», «Los delincuentes llevaban consigo una mochila propiedad de la víctima, la cual, posteriormente, le fue restituida» y «Los cambios tienen efecto desde el primero de enero, aun cuando su oficialización se produzca posteriormente».

