Con permiso: permisibilidad no equivale a permisividad  (CRÓNICA)

Foto: ©Archivo Efe/Manuel Bruque

El fútbol es juego antes que competición. Este carácter lúdico, lejos de suponer ausencia de reglas, exige el sometimiento a ciertas normas convenidas. Sin reglamento consensuado, ¿qué impediría sacar cinco balones al campo?, ¿por qué no plantar un trampolín en el área para impulsarse al cabecear?

Sin ley, no hay juego. Pese a la aparente anarquía con que los niños se esparcen y recrean en patios y jardines, son precisamente las reglas las que hacen factibles sus partidos: si el balón pasa por encima del montón de chaquetas que simula cada poste, se considera fuera, no gol; no vale «chutar a cañonazo»; ¡ulti!, ¡pénul!, al más lento en correr hasta la propia meta le toca ponerse de portero…

Lo primero para la práctica del fútbol, por tanto, es reglamentar aquello ‘que se permite’, es decir, lo que es permisible o, parafraseando aún más y por derivación, la permisibilidad de determinados gestos o comportamientos: ¿puede un jugador quitarle al portero la pelota con la mano y luego meter gol? Ya hace mucho tiempo que Futre lo intentó con Buyo y el árbitro no tuvo sentido del humor.

La permisibilidad de una acción se presta a debates como los siguientes: ¿hasta qué punto ha de sancionarse que los futbolistas se quiten la camiseta al celebrar un gol o que la levanten para enseñar una segunda prenda interior con un mensaje de apoyo a un compañero lesionado?, ¿a partir de qué nivel de profesionalidad se hace imprescindible soltar ráfagas de mocos y escupitajos aprovechando los primeros planos de los televisores en tres dimensiones?, ¿tiene sentido estipular algo a favor o en contra de estas acciones?

Cuando se habla de permisibilidad, se trata de discernir, en definitiva, qué lances del juego deben reglamentarse como válidos o amonestables.

Y, sin embargo, en los medios de comunicación pueden encontrarse frases en las que se emplea esta palabra de manera imprecisa: «Hasta ahora la permisibilidad en la aplicación de la norma facilitaba que los menores de 7 años pasaran por debajo de las aspas y se sentaran luego donde podían» o «El entrenador del Granada fue crítico con Estrada Fernández: “Ha mostrado bastante más permisibilidad con el Real Madrid que con el Granada”».

Y es que una cosa es la permisibilidad de una acción y otra la permisividad del árbitro, esto es, su ‘disposición a tolerar’ algo aun no estando permitido en el reglamento (y sin por ello llegar a preceptuarlo).

Digamos, por ejemplo, que el colegiado acostumbra a ser permisivo al dejar que los jugadores se agarren en el área hasta por el cuello mientras se saca de esquina; pero sucede que en ocasiones —y la rabia e indignación subsiguientes obedecen a esta falta de uniformidad en el criterio— un estrangulamiento concreto se le antoja inadmisible al señor de negro, tira de reglamento rigurosamente, pita penalti y se arma un pitote la mar de animado, con sus indicaciones al árbitro sobre parajes concretos adonde irse a tomar viento y recuerdos cariñosos a su mamá.

Lo permisible, en fin, tiene un sentido pasivo. A partir de ahí, la palabra permisibilidad (‘condición de aquello que se puede permitir’) está formada por analogía con otros sustantivos derivados de adjetivos que terminan en -ble: visible>visibilidad o comprensible>comprensibilidad.

Por su parte, el adjetivo permisivo encierra un matiz activo y se crea siguiendo el patrón de otros verbos terminados en -nder, –dir -mitirdefender>defensivo, agredir>agresivo o remitir>remisivo. A su vez, igual que de agresivo se deriva agresividadpermisivo genera luego permisividad, que es la ‘condición de quien consiente o permite algo’.

De acuerdo con lo cual, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir «Hasta ahora la permisividad en la aplicación de la norma facilitaba que los menores de 7 años pasaran por debajo de las aspas y se sentaran luego donde podían» y «El entrenador del Granada fue crítico con Estrada Fernández: “Ha mostrado bastante más permisividad con el Real Madrid que con el Granada”».

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