La palabra pedigrí (‘genealogía de un animal’) es la adaptación ya asentada en español de la voz inglesa pedigree, por lo que esta última es innecesaria tanto en referencia a las razas de animales como en los usos figurados.
En las noticias no es raro encontrarse con la palabra inglesa, incluso sin resalte alguno, pese a tratarse de un extranjerismo, como en «Un perrito discapacitado demostró que no hay que tener pedigree para ser campeón» o «Se aseguró de que todas las asistentes con pedigree vistiesen sus glamurosos modelos».
Al igual que ocurre con fútbol, túnel o tobogán, entre otras muchas palabras de origen extranjero, pedigrí tiene un uso asentado y ya está recogida con esta grafía en el Diccionario de la Real Academia Española.
En consecuencia, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «Un perrito discapacitado demostró que no hay que tener pedigrí para ser campeón» y «Se aseguró de que todas las asistentes con pedigrí vistiesen sus glamurosos modelos».