Los nombres científicos de animales y plantas se escriben en cursiva, con el primer componente en mayúscula (designativo del género) y, caso de mencionarse, con el segundo en minúscula (designativo de la especie).
En los medios informativos se observa vacilación respecto al modo de escribir los nombres latinos empleados en la nomenclatura científica internacional: «41 años del descubrimiento de Lucy, la australopithecus» o «Ni el hombre de las cavernas ni el primer homo sapiens agricultor conocían el sistema financiero o monetario».
De acuerdo con las normas de los códigos internacionales de nomenclatura biológica, recogidas en la Ortografía de la lengua española, los nombres latinos científicos con que se designan las distintas especies y subespecies de animales y plantas se escriben con el primer componente en mayúscula y el segundo en minúscula. Esta misma obra señala que lo apropiado es destacar tales denominaciones con cursiva, no así el artículo que los antecede.
Así pues, en los ejemplos iniciales lo apropiado habría sido escribir «41 años del descubrimiento de Lucy, la Australopithecus», «Se trata de un portentoso Tyrannosaurus rex de unos 66 millones de años» y «Ni el hombre de las cavernas ni el primer Homo sapiens agricultor conocían el sistema financiero o monetario».
Cuando a partir de tales denominaciones se crean adaptaciones al español, estas se escriben en minúscula y sin cursiva, de modo que el primer ejemplo podría haberse escrito así: «41 años del descubrimiento de Lucy, la australopiteco».