La expresión tasa de mortalidad o mortalidad, y no de mortandad, es la adecuada cuando se hace referencia a la tasa de muertes en un tiempo dado.
En los medios de comunicación se encuentran ejemplos como «La provincia de Hubei, de donde provino el virus, tiene una tasa de mortandad seis veces mayor que el resto del país», «Coronavirus en cinco gráficos: cómo avanzó y cuál es la tasa de mortandad» o «La gráfica sobre el índice de mortandad del coronavirus según la edad del paciente».
De acuerdo con las definiciones del Diccionario de la lengua española, la mortalidad es la ‘tasa de muertes producidas en una población durante un tiempo dado, en general o por una causa determinada’, mientras que la mortandad es una ‘gran cantidad de muertes causadas por epidemia, cataclismo, peste o guerra’.
Aunque la expresión tasa de mortalidad es válida, se recuerda que puede hablarse simplemente de mortalidad, pues su significado ya lleva implícito que se trata de una tasa: «Si analizamos los datos en conjunto, todo ello resulta en una mortalidad general del 2,3 %, una cifra que se alinea con los datos que ya se venían manejando».
Así, en los casos anteriores lo apropiado habría sido escribir «La provincia de Hubei, de donde provino el virus, tiene una tasa de mortalidad seis veces mayor que el resto del país», «Coronavirus en cinco gráficos: cómo avanzó y cuál es la tasa de mortalidad» y «La gráfica sobre el índice de mortalidad del coronavirus según la edad del paciente».
Se recuerda, además, que la morbilidad es la ‘proporción de personas que enferman en un sitio y tiempo determinado’, como se aprecia, por ejemplo, en «Por grupos de diagnósticos, las mayores tasas de morbilidad de los hombres correspondieron a las enfermedades del aparato respiratorio».
Ver también
➤ Coronavirus, recomendaciones lingüísticas (Especial)
Se puede escuchar también el pódcast en el que tratamos este mismo asunto.
Una primera versión de esta recomendación se publicó el 2 de noviembre del 2010.