Los nombres comerciales de los medicamentos se escriben con inicial mayúscula, pero los nombres de los principios con los que se producen se escriben en minúscula.
En los medios de comunicación se vacila en las escritura de los medicamentos, como se muestra en los siguientes ejemplos: «China registra buenos resultados con Favipiravir, un antigripal usado contra el coronavirus», «Seis alternativas naturales al Ibuprofeno» o «Los dos se colocan con “captagon”, la droga de moda en Oriente Medio».
Tal como explica la ortografía académica, «los nombres de los principios activos de las medicinas, es decir, el medicamento propiamente dicho, son comunes y se escriben con minúscula inicial»; en cambio, «los nombres comerciales registrados de los medicamentos, al igual que sucede con las marcas, son nombres propios y deben escribirse con mayúscula inicial». En ninguno de estos dos casos son necesarias las comillas o la cursiva.
Así, el paracetamol o acetaminofén es uno de los componentes del Panadol, el Gelocatil o el Atamel; el favipiravir se comercializa con la marca Avigan; la fenetilina se comercializa con los nombres de Captagon, Biocapton y Fitton; la amoxicilina tiene los nombres comerciales de Amoxil y Trimox, entre otros; la povidona es la base del Betadine, el Isodine o el Pervinox; el clorazepato es Tranxene y Tranxilium; el almagato es Almax…
También se escriben en minúscula las marcas que han dejado de funcionar como tales y que ya se emplean con valor genérico, como curitas o tiritas para los apósitos adhesivos y aspirina para el ácido acetilsalicílico. Por otra parte, se recomienda mantener la mayúscula de la marca comercial cuando se hace referencia a las cápsulas, grageas, porciones o dosis del medicamento con ese nombre propio: un Nolotil.
En consecuencia, en los ejemplos anteriores habría sido mejor escribir «China registra buenos resultados con favipiravir, un antigripal usado contra el coronavirus», «Seis alternativas naturales al ibuprofeno» y «Los dos se colocan con Captagon, la droga de moda en Oriente Medio».
Ver también
➤ Coronavirus, recomendaciones lingüísticas (Especial)
Una primera versión de esta recomendación se publicó el 8 de febrero del 2016.