La denominación luna roja, que se aplica a la apariencia que puede tener la Luna desde la Tierra en algunos eclipses, no necesita cursivas, comillas ni mayúsculas.
Este fenómeno, que se podrá observar el 15 de abril y que se repetirá durante el próximo año y medio, aparece escrito en las noticias de diversas formas: «Este mes eclipse total o “luna roja” visible en todo México» y «La “Luna Roja” podrá observarse en casi todo el continente americano».
La ortografía académica explica que luna se escribe con mayúscula inicial en contextos astronómicos, en los que este término funciona como nombre designativo del satélite, pero en minúscula fuera de contextos estrictamente astronómicos, tanto si es el astro en sí como en los usos derivados o metafóricos (pedir la luna, estar en la luna).
Aunque por lo dicho la mayúscula en Luna sería válida en este caso, se recomienda la minúscula por analogía con expresiones como luna llena o luna nueva; en cualquier caso, la palabra rojo no deja de ser un mera descripción del color que adquiere y por tanto se escribe en minúscula. Por similares razones, destacados como las comillas y la cursiva son innecesarios.
Así, los ejemplos anteriores se podrían haber escrito mejor: «Este mes eclipse total o luna roja visible en todo México» y «La luna roja podrá observarse en casi todo el continente americano».
Igualmente se usan otras expresiones como luna ensangrentada o luna sangrienta, con valor metafórico y a veces con connotaciones agoreras, que tampoco necesitan ningún destacado.
De modo similar se tratan denominaciones como luna de nieve, luna de la lombriz, luna rosada, luna de leche y otras similares, que están tomadas de varias culturas para designar los plenilunios de los diferentes meses y que se emplean en ocasiones en los medios de comunicación.