En la expresión llevar o traer aparejado, el participio concuerda siempre con aquello a lo que se refiere, mientras que el verbo debe concordar con su sujeto.
Sin embargo, en los medios se encuentran ejemplos como «El préstamo de hasta 100 000 millones de euros para sanear las entidades financieras lleva aparejado unos condicionantes muy estrictos» o «La entrada en vigor del Real Decreto-Ley […] lleva aparejado la puesta en marcha…».
Lo apropiado habría sido decir «El préstamo de hasta 100 000 millones de euros para sanear las entidades financieras lleva aparejados unos condicionantes muy estrictos» o «La entrada en vigor del Real Decreto-Ley […] lleva aparejada la puesta en marcha…».