Los nombres no oficiales de las leyes, como la nueva ley hipotecaria, se escriben con minúsculas iniciales por no tratarse de la denominación oficial.
Cuando se aprueba una ley, un anteproyecto o simplemente se está debatiendo en el Parlamento, los medios de comunicación suelen referirse a ella con nombres que las identifican, pero que no son los oficiales, como nueva ley hipotecaria, ley antitabaco o ley de puntos. Lo adecuado es escribir estas denominaciones con las iniciales en minúscula, según indica la ortografía académica.
De este modo, se escribe nueva ley hipotecaria, con minúsculas por ser el nombre popular, pero Ley Reguladora de los Contratos de Crédito Hipotecario, con mayúsculas por ser el oficial.
Estos nombres populares de las leyes también pueden formarse aludiendo a la persona que las ha promovido, como la ley Sinde, en relación, por ejemplo, con el proyecto de ley sobre descargas de internet y en alusión al apellido de la exministra de Cultura que la aprobó, Ángeles González-Sinde. En estos casos, lo aconsejable, al ser el nombre no oficial, es escribirlas siempre con iniciales minúsculas, sin comillas y en redonda, manteniendo la mayúscula solo en el nombre propio: ley Sinde.