Las expresiones formadas por el adverbio no seguido de un sustantivo son válidas y se recomienda escribirlas sin guion: no violencia, no renovación, no fumador.
Es frecuente encontrar frases en los medios de comunicación como las siguientes: «Cómo aprender las ventajas de la no-acción», «Estuvo alejado de la escena pública tras su no-victoria en las elecciones» o «Todas las razones de Mahatma Gandhi para defender la no-violencia en la lucha armada».
Este giro, que se emplea para aludir a una realidad contraria al sustantivo o a la ausencia de esta, se ha censurado en ocasiones por considerarse anglicismo. Sin embargo, tal como explica la Nueva gramática de la lengua española, se emplea desde el siglo XIX como poco y no hay ningún inconveniente en que el adverbio no vaya antepuesto a sustantivos abstractos, especialmente los que se derivan de verbos, y a sustantivos que designan clases de seres.
El adverbio se escribe separado y sin guion intermedio, de acuerdo con la Ortografía de la lengua española: no apoyo, no intervención, no aprobación, no asistencia, no violencia, no renovación, no fumador, etc. Lo mismo se aplica a los adjetivos: horario no comercial, público no especializado…
Así, los ejemplos anteriores son adecuados, pero lo preferible habría sido escribirlos sin guion: «Cómo aprender las ventajas de la no acción», «Estuvo alejado de la escena pública tras su no victoria en las elecciones» y «Todas las razones de Mahatma Gandhi para defender la no violencia en la lucha armada».