La intencionalidad es la cualidad que tiene algo de ser deliberado, intencionado, mientras que la intención es lo que alguien se propone hacer, el propósito.
Sin embargo, en los medios de comunicación se encuentran frases como «Las formas tipográficas nos ayudan a interpretar mejor la intencionalidad de un texto» o «La intencionalidad de voto para Hillary Clinton estaba subestimada», que se refieren a la intención con la que se ha escrito un texto y el propósito de votar a Clinton, respectivamente.
Como señala el Diccionario panhispánico de dudas, intencionalidad (‘cualidad de intencional o deliberado’) no es sinónimo de intención (‘propósito’), por lo que no es adecuado usar el primer término como simple alargamiento del segundo.
Así, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir «Las formas tipográficas nos ayudan a interpretar mejor la intención de un texto» y «La intención de voto para Hillary Clinton estaba subestimada».
El término intencionalidad es correcto en frases como «El Cabildo investiga la intencionalidad de los incendios recientes», cuando lo que se quiere decir es que se investiga si los incendios han sido deliberados, intencionados.