La palabra iniquidad alude a un acto perverso y no es lo mismo que inequidad, que equivale a desigualdad.
En los medios de comunicación se confunden ocasionalmente estos dos vocablos, como en los siguientes ejemplos: «Mencionó como un aspecto negativo la iniquidad entre el crecimiento de la productividad y de los salarios» o «Siguen persistiendo elementos claros de iniquidad en las relaciones entre hombres y mujeres».
Según el diccionario académico, iniquidad significa ‘maldad, injusticia grande’, que podría ser un crimen, una violación de los derechos humanos o cualquier otro hecho vil, como en «La destrucción del bosque para construir un centro turístico fue una iniquidad»; en cambio, inequidad es la ‘desigualdad o la falta de equidad’, como en «Ese trabajo contribuirá a eliminar la inequidad entre hombres y mujeres».
Estos dos valores pueden superponerse en algunos casos, si se considera que la desigualdad es una gran injusticia, pero el uso de una voz u otra remite a facetas distintas de una misma situación: la inequidad se refiere a la desigualdad en sí, y la iniquidad a una valoración ética de esta.
El adjetivo inicuo corresponde a ambos sustantivos, de modo que se puede hablar de un acto inicuo para referirse a una injusticia o una perversidad y de unas exigencias inicuas para aquellas que son contrarias a la equidad o a la ética.