Impatriado, para referirse a los inmigrantes que han sido traídos desde un país del extranjero para trabajar en una empresa, es una palabra reciente que proviene del verbo impatriar, que la segunda edición del Diccionario del español actual, de Seco, recoge con el significado de ‘traer a un país para que trabaje en él a una persona procedente del extranjero’.
Este neologismo se puede considerar válido, pues está bien formado y designa una realidad para la que no hay otro término.
De acuerdo con la definición de Seco, la persona traída a un país para trabajar es un impatriado en el país de destino y un expatriado en el país de origen.
En las noticias se pueden encontrar ejemplos de esta voz, como «Para los jugadores que están disfrutando del régimen especial de impatriados el alza del IRNR es de tan solo 0,75 %».
Asimismo, el término apropiado para referirse a la persona que, ya sea forzosa o voluntariamente, ha regresado a su país es repatriado.