Para expresar que una persona abandona un lugar para evitar un daño o un peligro, lo más adecuado es decir que huye de ese lugar o daño, con la preposición de, y no que huye a él.
Cada vez es más frecuente ver este giro en los medios de comunicación, como en «Rumanía, Hungría y Eslovaquia han mostrado su disposición a recibir ciudadanos ucranianos que están huyendo a la guerra» o «Los haitianos también huyen a la pobreza y a la falta de alimentos».
Tal como se comprueba en el Diccionario del estudiante de la Real Academia Española, cuando el verbo huir significa ‘alejarse deprisa, por miedo o por otro motivo’, puede ir acompañado de un complemento con de para indicar el punto de partida (huyeron del lugar del crimen) y un complemento con a para señalar el destino (huyó al extranjero). De modo similar, la frase «La población no sabe a dónde huir» se refiere a que no tiene un lugar al que poder ir.
Es posible que huir vaya seguido del lugar que se abandona, y en tal caso no se escribe la preposición (huir la ciudad), o de una persona que se quiere evitar, y entonces va con a (le huye a su rival). Sin embargo, se trata de una construcción que el Diccionario panhispánico de dudas considera rara y que en las noticias conviene evitar cuando se pueda transmitir una idea opuesta a la que realmente se quiere expresar.
Por ello, en los ejemplos anteriores lo recomendable habría sido «Rumanía, Hungría y Eslovaquia han mostrado su disposición a recibir ciudadanos ucranianos que están huyendo de la guerra» y «Los haitianos también huyen de la pobreza y de la falta de alimentos».